27/9/12

STREET 35 SE PRESENTA AL MUNDO





Siempre me ha gustado viajar. Reconozco que me encanta esa sensación de libertad que te da estar en el aeropuerto con un bolso de viaje, un buen libro y un billete de avión en la mano. Gentes raras paseando de un lado a otro, calcetines en agosto, sandalias en diciembre, trenzas caribeñas, taconazos… No me puede resultar más entretenido analizar a las personas que deambulan por las terminales.

París, Londres, Milán, Roma, Viena, Shanghai, San Francisco… Da igual. Cada ciudad tiene su sabor, su encanto, su color, su calle por excelencia. En París, por ejemplo, me quedo con la Rue des Rosiers del encantador barrio de Le Marais, lleno de restaurancitos y tiendas especiales. En Londres pasear porJermyn Street es algo obligatorio: sus camiserías, barberías, zapaterías y sastrerías son maravillosas. Roma logra hacerme parar el tiempo por cualquier pequeña calle de las que salen de Campo Dei Fiori, llenas de pequeñas joyerías que hacen fantásticas reproducciones de las mejores casas de alta joyería, y así ocurre en todas las ciudades del mundo.

La propia vida es un viaje en si misma… También podría ser una calle por la que caminas y donde te cruzas con gente de todo tipo, experimentas, entras, sales y te paras: ¿Qué tal en el número 35?, ¿por qué no en el 40 o en el 27?. Cada uno tiene su parada. Esa en la que decides respirar hondo, levantar bien alto la cabeza y darle un tinte distinto a tu rumbo.

En mi caso, el resultado de esa parada es Street 35. Un sueño que lleva tejiéndose muchos meses y que hoy, por fin, os muestro.

En éste, mi peculiar bulevar, confluyen las gigantes luces nocturnas de Fifth Avenue, el pausado sonido de las notas de una partitura de jazz en la Avenida Driggs, el aire sosegado de Jermyn Street, la tranquila majestuosidad de las calles de París o las sinuosas curvas de la Calle Lombard.

A esta prolongada calle con el paso del tiempo van a parar todos aquellos motivos singulares que se han quedado anclados en mi retina, y que hoy os muestro.

No  quiero deciros mucho más. Prefiero que seáis vosotros mismos quienes  experimentéis, caminéis y conozcáis a vuestra manera Street 35. Deseo de todo corazón que disfrutéis de vuestro paseo:¡bienvenidos!.

Inés.